
En el episodio 17 seguimos escuchando los discos editados en mayo de 1990. Suena Pretenders ya sólo con Chrissie Hynde a cargo de la banda, Concrete Blonde en modalidad gótica, Ice Cube arrancando su carrera solista con un disco que revolucionó los barrios de Los Angeles, el shoegaze de los ingleses de Chapterhouse y el post punk moderno de Big Dipper. También suenan los trotamundos de Gigolo Aunts, el simple de Saint Etienne que hizo bailar a media europa, y los Blues Travelers pre fama.
Pretenders – Packed

La década del 90 encontró a algunas bandas rompiendo con sus moldes ochenteros e innovando con instrumentaciones y géneros modernos, y a otras calmándose, poniéndose más melosas y apuntando todos los canones a la fm para adultos. Eso es exactamente lo que hizo Pretenders cuando Chrissie Hynde reboote’o la banda, quedando como único cerebro a cargo y componiendo canciones que terminan sonando a ecos de sus años innovadores. Y sin embargo, más allá de su sonido tan reconociblemente producido por músicos sesionistas, Chrissie es un talento natural y su voz tan característica corta con todo y eleva las canciones a un status superior.
Concrete Blonde – Bloodletting

Concrete Blonde había recorrido la última parte de los 80s como una banda de rock alternativo en la misma corriente que sus amigos de REM. Incluso fueron ellos quienes los convencieron de firmar por su misma discográfica, IRS, y de cambiar su viejo nombre por el de Concrete Blonde. Pero con su disco Bloodletting comenzó a emerger la pasión de su cantante Anne Rice por la iconografía religiosa y mexicana y la banda viró un poco hacia el rock gótico. Y si bien la movida en lugar de diferenciarlos los achato en un género lleno de clichés, es cierto que también les dio su mayor hit, la balada épica Joey, considerada hoy como un clásico de los 90s.
Ice Cube – Amerikkka’s Most Wanted

Se puede decir que el Amerikkka’s Most Wanted de Ice Cube es uno de los discos más representativos del gangsta rap de los 90. Después de haber dejado a los NWA Ice Cube emprendió su carrera como solista, como el principal vocero y agitador de los barrios negros, primero de Los Ángeles y luego de todo Norteamérica. Por eso, Amerikkka’s Most Wanted, su disco debut, fue una bomba, literal. Producido por The Bomb Squad, el equipo detrás del sonido de los Public Enemy, sus letras relatan la vida suburbana y el racismo sistémico al que se ve enfrentada la comunidad negra. ¿Cómo definirlo entonces a Ice Cube? Quizás como el enemigo número 1 de la moral blanca americana. Este disco influenció notablemente a raperos de la costa oeste, como 2Pac o Ras Kass, y también de la costa este como a Nas o Biggie.
Chapterhouse – Sunburst

Chapterhouse fue una banda inusual. Y no sólo por su método anacrónico para 1990 de ensayar sus canciones y tocarlas en vivo durante un año antes siquiera de grabarlas sino también por ser asociados a dos movidas diferentes de las que obviamente ellos renegaban. Al momento de editar su primer lanzamiento, el EP Sunburst se los embolsaba en la escena del acid rock británico. Pero rápidamente, y no necesariamente por un cambio musical de ellos, las revistas musicales comenzaron a embolsarlos en la movida sensación: el shoegaze. Aunque quizá, hacerse producir el disco por Robin Guthrie de los Cocteau Twins no haya ayudado a despegarse las etiquetas.
Big Dipper – Slam

Una de las joyitas indie de Boston que el resto del mundo no alcanzó a conocer fueron los Big Dipper. La banda formada a mediados de los 80s grabó furiosamente durante los últimos años de la década, editando 4 discos en 4 años, que terminaron con Slam, en mayo de 1990. El disco marcó un poco un quiebre con los anteriores por haber sido el primero que lanzaban con una multinacional y fue acusado en su momento de haber sido sopreproducido y lijado para las masas. Algo que en retrospectiva es tan incomprobable como fútil, porque las ventas fueron apenas superiores al pequeño circuito en que se venían manejando. Guitarras inspiradas en el sonido post punk, coros celestiales con apelativo pop y ritmos cambiantes y casi bailables, los Big Dipper tenían todo, pero consiguieron nada.
Gigolo Aunts – Tales From The Vinegar Side

Los Gigolo Aunts son quizá la banda más nómade de la década del 90. No necesariamente por sus giras internacionales sino por los hogares rotativos en que fueron solidificandose. Originalmente de un pueblito del estado de New York, se fueron pronto abrumados por lo inabarcable de la ciudad a Boston, donde se forjaron tocando en bares frente a borrachos. Pero nada surgió a nivel discográfico alli, oportunidad que si encontraron en España cuando el sello Impossible Records les ofreció editar su disco Tales From The Vinegar Side. Y a partir de allí, la relación con el público español fue tan cercana que sus mejores conciertos han sido siempre en territorio europeo. El sonido power pop inspirado en los 70s incluso influenció a toda una camada de bandas españolas que no solo los imitaron musicalmente sino que se animaron cada vez más a cantar en inglés.
Saint Etienne – Only Love Can Break Your Heart

En mayo de 1990, Saint Etienne hizo un cover del tema “Only Love Can Break Your Heart”, de Neil Young publicada en 1970 y que parece ser que fue hecha para Graham Nash, el Nash de Crosby, Still and Nash, cuando se separó de Joni Mitchel. En 1990 los Saint Etienne grabaron la versión para incluirla en su álbum debut Foxbase Alpha. La voz no es la de Sarah Cracknell porque aún no se había unido a la banda, así que la que suena es Moira Lambert, cantante de la banda indie Faith Over Reason. La canción fue grabada en el homestudio de Ian Catt y aunque se demoraron menos de dos horas en hacerlo, la pegaron tanto que éste fue su primer hit y les consiguió un contrato discográfico con el sello indie Heavenly y fue uno de los temas más escuchados y bailados en las discos londinenses de la época.
Blues Traveler – Blues Traveler

Otra de las voces más características asociadas a los 90s pero no pertenecientes a ninguna de las movidas más grandes de la década fue la de John Popper y su banda Blues Traveler. Y su armónica, especialmente su armónica. Popper fue tan importante para el blues popero noventero que otra banda que fundo casi al mismo tiempo, pronto cambiaría de nombre y se volverían los Spin Doctors. El autotitulado primer disco de los Blues Travelers tiene el blues no solo en su música sino también en su nombre. Pero la otra parte, el traveler, no es por los viajeros bluseros que recorren las rutas americanas con su guitarra a sus espaldas. No, es por Gozer The Traveler, el demonio de los Cazafantasmas. ¿Quién dijo que el blues no puede tener sentido del humor?