Julio de 1990, parte 1

En el episodio 24 de TDK 90s comenzamos a escuchar los discos editados en julio de 1990. Suena Steve Earle con un disco que casi lo mata, los Stone Roses post explosión de fama, Suicidal Tendencies abandonando su sonido trash y el ep de Green Day que terminó de definir su sonido. También suenan los amantes del gore y la disco My Life With The Thrill Kill Kult, los ingleses The House of Love con su último gran disco y The Lemonheads, una de las bandas más subestimadas de la década.

Steve Earle – The Hard Way

Steve Earle apareció en la escena musical norteamericana a mediado de los 80s, después de que Bruce Springsteen abriera las puertas del rock n roll populista para muchos artistas que se alineaban detrás suyo. Pero este músico texano tenía la otra de sus patas musicales bien clavada en la música country. Y si bien ambos estilos pueden convivir en un mismo cuerpo, y lo han hecho muchas veces, los popes de Nashville habían establecido una serie de reglas de sobre qué se puede hacer y que no con el rock n roll y el country. Y Steve Earle las rompía a todas, cerrándose su camino al mainstream. Para el momento de comenzar a grabar su disco The Hard Way, ya el cuarto en su carrera, Steve se encontraba en lo más profundo de un espiral de adicción a la heroína y la cocaína. Así que cargó el baúl de su auto con todas las drogas que pudo y se encerró en un estudio de Memphis a grabar noche y día. El disco casi le costó la vida, pero valió el sacrificio porque es unánimemente considerado el más auténtico de su carrera.

The Stone Roses – One Love

Los Stone Roses venían del boom total que había sido su disco debut homónimo. Y sacaron «One Love», un sencillo que no está incluido en ninguno de los dos discos oficiales de la banda, pero sí en los compilados Turns into Stone, The Complete Stone Roses y The Very Best of The Stone Roses. El single fue editado en Europa, Estados Unidos, Brasil y Japón y en Uk alcanzó el puesto número 4 en el ranking de hits del momento, como ningún otro sencillo hasta entonces. Sin embargo, los stone roses recibieron algunas críticas porque “One Love” suena bastante parecido a «Fools Gold». Algo que a los fans del United parece no importarles, al contrario, lo tomaron como un regalo, adoptaron la consigna y la hicieron bandera.

Suicidal Tendencies – Lights…Camera… Revolution

Y en julio de 1990 también salió el quinto álbum de estudio de los californianos Suicidal Tendencies. Lights… Camera… Revolution! es para muchos fans el disco más representativo de la banda, aunque se aleja de las raíces hardcore del grupo y se acerca más a lo que vino después, un sonido más funk y trash metal, hecho que puede estar relacionado con la incorporación del bajista Robert Trujillo apenas unos meses antes de entrar al estudio. 

Lights…Camera…Revolution! fue un disco fundamental para la comunidad de skaters, que seguro atraparon y grabaron alguno de los temas de la radio o fueron directo a comprar el cassette para el walkman.

Y muchos recuerdan también el disco por el video del tema que abre, “You can’t bring me down”, un clásico de MTV de ese momento, en el que vemos a los músicos tocando entre grafitis y fogatas con una fuerza y rapidez difícil de seguir, sobre todo para la policía que trata de detenerlos sin éxito.

Green Day – Slappy

En el verano de 1990, Green Day, la banda punk más veraniega de los 90s, editó su segundo EP, Slappy. Y este es el disco puntual en el que la banda californiana comienza a encontrar su sonido característico, desde las melodías de guitarra a los coros pegadizos a esa nostalgia juvenil que emanan sus canciones. Y lo grabaron como indica el manual punk, en unas cuantas horas todas de golpe. A los dos días lo mezclaron en otra sesión nocturna y listas estas 4 canciones que les dieron su primer fan favourite con la canción Paper Lantern. El EP también incluía un cover de sus colegas también californianos de Operation Ivy, que se convertiría en uno de los momentos más esperados en los shows de Green Day, porque invitaban a los fans a subirse al escenario, tomar los instrumentos y cantar con ellos.

My Life With The Thrill Kill Kult – Confessions Of A Knife

Durante los 90s pareció haber lugar en el universo musical para una sola banda satanista hipersexualizada, gore rockera pero bailable. Ese lugar le pertenece a White Zombie, y sin embargo hubo otro grupo, también americano, que trabajaba con los mismos elementos pero los combinaba de manera diferente, My Life With The Thrill Kill Kult. Con un sonido más marcial y groovero, la banda de Chicago comenzó en 1987 con un proyecto para crear bandas de sonido alternativas para películas clase B. Y ya llegado 1990, editan su segundo disco, Confessions Of A Knife, Confesiones de un cuchillo, un homenaje a sus héroes, los villanos del cine de terror. El álbum vendió más de lo esperado y se convirtieron en la sorpresa del sello Wax Trak! que alojaba también a bandas hermanas como Ministry, KMFDM y Front 242. Pero con canciones llamadas “un collar de margaritas para Satanás” o “Ríos de sangre” rápidamente llamaron la atención de grupos religiosos y ligas de la moral, que efectivamente les bloquearon el acceso a una audiencia masiva. Pero ahí quedó Confessions Of A Knife, con su sonido electrónico que coquetea con el disco y el funk pero cargado de beats pesados y un espíritu nihilista capaz de destruir la moral de quien se atreva a bailarlo.

The House Of Love – The House Of Love

La costumbre de algunos músicos de llamar a sus discos igual que a la banda misma suele prestarse a confusiones. Pero ninguno más confuso que los House Of Love quienes titularon no sólo a uno, sino a dos discos igual que la banda. El segundo de ellos, The House Of Love… 2 fue editado por el sello Fontana en 1990 y es conocido como el disco de la mariposa, porque tenia, bueno, una mariposa en la tapa. El album logró meterse en el top ten inglés, con un sonido de rock épico con algunos tonos góticos, inconfundiblemente británico y ochentero. Fue uno de los últimos momentos exitosos de un estilo musical que pronto cedería terreno ante el grunge y el britpop.

The Lemonheads – Lovey

Durante la segunda mitad de los 80s, los Lemonheads editaron tres discos mientras hacían crecer su reputación como la banda de indie rock que todos debían conocer. Y sin embargo su circuito raramente superaba los confines de las radios universitarias. Y cuando Ben Deily, uno de los dos cantantes y compositores, abandonó la banda en 1989, Evan Dando quedó en solitario al mando de la nave. Sin su contrapeso más punkrockero, Dando y el resto de la banda grabaron una colección de canciones que por momentos se permitían ser más sensibles, incorporando elementos country y folk. Pero la angustia y los riffs de guitarra seguían ahí, y si bien el disco Lovey ni siquiera entró a los rankings, funciona por momentos como un anticipo de la llegada del grunge un año después.

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