
En el episodio 58 de TDK 90s seguimos escuchando discos editados en abril de 1991. Suena Temple Of The Dog con un disco que va directo al corazón de cada chico y chica grunge, los Fishbone con algunos hits más bajo la manga y los Inspiral Carpets representando a la british psicodelia. También escuchamos discos de Julian Cope, Didjits, Alison Moyet, This Mortal Coil y The Fall.
Temple Of The Dog – Temple Of The Dog

Los inicios de la escena grunge de Seattle fueron de mucha camaradería, de recitales compartidos, de invitados en los discos, de cervezas y charlas antisistema. Y en el medio de todo eso quedó Temple Of The Dog, la superbanda que duró un sólo disco. La historia comienza con la muerte por sobredosis de Andrew Wood, el cantante de Mother Love Bone, que además de ser adorado entre sus colegas también había sido roommate de Chris Cornell, el cantante de Soundgarden.
Muy afectado, Cornell sale de gira rumbo a Europa a los pocos días y en las habitaciones de los hoteles comienza a componer algunas canciones en honor a su amigo. Y como las canciones eran más melódicas y lentas, en lugar de hacerlas con su banda, los invita a grabarlas a Stone Gossard y Jeff Ament, que eran los compañeros de Andrew Wood en Mother Love Bone y que ya estaban armando su nueva banda, Pearl Jam. En un principio pensaron en completar estas canciones de Chris Cornell con algunas composiciones originales de Andrew Wood, pero no querían parecer que estaban aprovechándose de él, en definitiva esto era un homenaje y se suponía que fuera un disco íntimo y chiquito.
Y cuando estaban grabando, llega desde San Diego el nuevo cantante de Pearl Jam, Eddie Vedder y obviamente lo invitan a pasarse por el estudio, pero sin ninguna pretensión. Hasta que llega el momento de grabar Hunger Strike, y ahí Chris Cornell tenía problemas para cantar las partes más bajas, por su registro. Lo prueba una vez, dos veces, tres veces. Hasta que Eddie Vedder se ofrece a hacerle los coros porque le resultaba más natural, y a la primera toma Cornell se queda helado porque lo había cantado exactamente como él lo tenía en su cabeza. Esta era la primera vez que Vedder grababa su voz en un disco, su debut absoluto.
El tema es que terminan el disco, lo editan y todos felices porque habían homenajeado a su amigo, la escena de Seattle los aplaudía y habían hecho algo de lo que estaban orgullosos. Sin más pretensiones que eso. Pero en los meses siguientes, con la explosión del grunge y con Soundgarden y Pearl Jam acompañando a Nirvana en el podio, la compañia discográfica A&M se da cuenta que tenía en sus manos la origin story, un supergrupo que encima compartía voces en una canción. Con ese nuevo empuje el disco llega al millón de copias vendidas y termina de sellar, al menos por un tiempo, la idea de que en Seattle son todos amigos.
Fishbone – The Reality Of My Surroundings

Desde que empezaron a tocar en el año 79, la banda oriunda de Los Angeles, Fishbone trató de ser siempre fiel a su estilo crossover de ska, punk rock, funk, heavy y soul. En el disco The Reality of My Surroundings de 1991 siguen firmes a ese principio. Recibieron muy buenas críticas, es el álbum que para muchos fans constituye el pico máximo de su carrera musical, llegaron al top 100, pero no pudieron entrar al mainstream del momento. Como suele decirse en inglés: underrated band. Quedan dos memorables shows en el registro, cuando tocaron Sunless Saturday y Everyday Sunshine en Saturday Night Live y en The Arsenio Hall Show.
Inspiral Carpets – The Beast Inside

The Beast Inside es el título del segundo álbum de la banda británica de indie rock Inspiral Carpets. Lo publicaron el 22 de abril de 1991 a través del sello Mute. Como todo segundo disco, está detrás ese fantasma de tratar de hacer algo mejor de lo que ya tenían y por momentos lo logran pero otras tantas veces no.
Por un lado, está bueno que hayan incorporado el sonido sixtie y psicodélico al acid house y al sonido Madchester pero en el Life eran mucho más garageros y bailables. En The Beast Inside las florituras se llevan por delante todo el groove y los estribillos pegadizos y se cae el beat. Puede que suene cliché todo ese discurso que está ya demasiado asumido en la prensa musical, el de los segundos discos son malos, pero quizás algo de verdad hay en eso, para mí también Life era mejor.
Julian Cope – Peggy Suicide

Peggy Suicide es el nombre del séptimo disco de Julian Cope, el ex líder de la legendaria banda post-punk Teardrop Explodes. Pese a sus antecedentes y ya larga carrera, recién en este álbum se le empieza a reconocer el inicio de su carrera adulta, entre comillas. Es que Cope venía de dos discos lo-fi y super experimentales que habían enfurecido a su sello discográfico, Island Records.
Si bien en Peggy Suicide el músico sigue en ese nuevo camino de priorizar las primeras tomas porque son las que contienen el alma de la canción, está mejor producido, más prolijo y con un sonido profesional. Y esto sumado a su iluminación ideológica, con letras en las que deja correr todo su odio por las religiones y su novel fascinación por el feminismo, los derechos animales, la espiritualidad alternativa y la ecología. El renacimiento de Julian Cope había comenzado.
Didjits – Full Nelson Reality

Entre los tantos discos y las tantas bandas que produjo Steve Albini, está el disco Full Nelson Reilly de los Didjits. Es su cuarto álbum de estudio, editado a través del sello Touch and Go Records. Albini dice que los ayudó mucho y no solo en el estudio, que incluso les dejó dinero para que pudieran grabar discos con otra gente, les dio una mano en algunos conciertos y demás. “Creo que son una banda magnífica”, dice Albini, “pero por alguna razón no le han tocado la fibra a la gente”. Y es que sí, los Didjits son bastante populares por la zona pero más allá de las fronteras, nada.
Suenan muy bien, sí, tocan bien también, pero quizás porque se quedan un poco encasillados en un estilo medio garage, medio hard rock rocanrolera, pero sin trascender demasiado. Capaz que si agarraban el revival del garage punk en la década del 2000, con los Strokes, la hubiesen re pegado.
Alison Moyet – Hoodoo

Alison Moyet es mundialmente conocida por ser la voz del dúo Yazoo junto a Vince Clarke de Depeche Mode. Sus hits de principios de los 80s ya son clásicos universales y su carrera solista jamás logró repetir semejante éxito. Pero Moyet tiene, ante todo, una voz privilegiada. No por la perfección técnica y el engole de muchas de sus colegas sino porque tiene una voz con personalidad, es única y a nivel emotivo transmite mucho más que lo que dicen sus letras.
Y después de dos discos solistas donde cedió a las presiones de las disqueras y generó una serie de hits especialmente en Inglaterra, estaba decidida a cambiar algo. Ese algo fue subir la agresividad, como para también explorar ese costado tan noventero. Primero tuvo que pelear con su sello, para que le permitieran hacer el disco que ella quería. Y una vez que el disco no logró el éxito esperado, pese a que llegó al puesto número 11 en el Reino Unido, tuvo que pelear de nuevo para no ser despedida. La transición del pop adolescente a un estilo más adulto no le ha resultado sencilla a ninguna artista.
This Mortal Coil – Blood

This Mortal Coil fue una banda única, una especie de supergrupo de artistas dentro del sello 4AD. En realidad es el proyecto del jefe de la discográfica, Ivo Watts’Russell, que invitaba, no sabemos hasta qué punto forzosamente, a todos sus artistas a tocar o cantar en sus canciones. En 1991 edita su tercer y último disco, un disco doble por cierto, llamado Blood. Para muchos, el mejor de la banda, que solía caer a veces en composiciones demasiado estiradas y bastante fuera de foco.
Pero acá, pese a que la mitad de las canciones son instrumentales o con apenas algunas vocalizaciones femeninas, la colección es impecable. Y entre las mejores están unos cuantos covers, dos de ellos de Chris Bell, el cantante de Big Star. Es que escuchar a Kim Deal y Tanya Donelly en modo suave y seductor, es simplemente irresistible.
The Fall – Shift Work

Hace poco, en enero del 2018, tuvimos la noticia del fallecimiento de Mark E. Smith, el mítico punk rocker de Manchester, cantante, líder y fundador de la banda The Fall. Smith formó The Fall en 1978, después de asistir a uno de los dos conciertos que los Sex Pistols dieron en el Manchester Lesser Free Trade Hall, como otras tantas bandas que iniciaron la escena mancuniana de la música independiente después de ese reci tan famoso.
Aunque con varios cambios de formación, The Fall sacó un total de 32 discos de estudio, el último en el año 2017. Dentro de esa vasta discografía, Shift Work, de 1991, es el número 13 de su carrera. Y fue el producto de varios cambios importantes en la vida de Mark E. Se divorció de su pareja, la guitarrista Brix Smith, cambió la formación de la banda y estaba un poco molesto por la moda indie-bailable de la escena Madchester, por esa imperiosa necesidad de que todas las bandas suenen de la misma manera o que lo único que pretenden es entrar al top 40 y salir en top of the pops. Y de eso trata, por ejemplo, el tema Idiot Joy Showland.
Pero no todas las canciones tienen el mismo espíritu crítico, que es la marca registrada de los Falls. Hay algunas más personales y reflexivas, más sentimentales, como Edinburgh Man, que habla de lo mucho que extraña Mark E. estar en Edimburgo.