#87 – Noviembre de 1991, parte 4

En el episodio 87 de TDK 90s terminamos de escuchar los discos editados en noviembre de 1991. Suena Michael Jackson reclamando el trono de rey del pop, Let ‘s Go Bowling representando al ska californiano y Fobia creciendo dentro de la escena del rock mexicano. También escuchamos discos de Anastasia Screamed, The Times, The Cramps y Unsane.

Michael Jackson – Dangerous

A pesar de que 1991 tuvo varios de los discos que cambiaron la historia de la música, el más popular, más vendido y más longevo pertenece a un artista que venía cantando desde la década del 70: el mismísimo Michael Jackson. Hacía ya 4 años que no sacaba un nuevo disco, desde su archipopular Bad de 1987 y las expectativas para este disco, Dangerous, eran monstruosas. Michael estaba loco y quería vender 100 millones de copias, pero su discográfica y el resto del mundo se conformaban con que se acerque a los números del anterior, y lo hizo, Dangerous vendió más de 30 millones de discos en todo el mundo.

Esta fue una doble victoria para Michael Jackson porque de alguna manera fue su primer disco tomando todas las decisiones, al separarse creativamente de su mentor y productor de toda la vida, Quincy Jones. Y lo reemplazó con un equipo. Tenía un productor para los temas más rockeros, otro productor para los temas más rhythm and blues, que al final fueron descartados para darle a esas canciones un estilo más de moda, que en 1991 era claramente el new jack swing. Y si bien muchos de los hits de new jack swing de la época envejecieron pésimamente, los de Michael tienen un aura atemporal que 30 años después los hace seguir sonando actuales.

Además sumó influencias de la música electrónica, el gospel y por supuesto mucho hip hop. Y hasta se animó a detallecitos de música concreta con muchos sonidos de vidrios rotos, bocinas y metales golpeados. Realmente Michael Jackson en 1991 y 92 y 93, porque el disco estiró muchísimo su vida en los charts, seguía a tope del escalafón del pop y parecía que se iba a mantener por muchos años más.

Let’s Go Bowling – Music To Bowl By

La tercer ola del ska, en Estados Unidos, fue el movimiento que revivió al género después de muchos años a mediados de los 80s pero que tuvieron que esperar 10 años para tener algo de éxito a nivel masivo. Por eso los discos ska editados entre el 85 y el 95 son pocos y muy valiosos históricamente. Entre esos discos está Music To Bowl By, de los californianos Let’s Go Bowling, editado en 1991. Este octeto, porque sí, las bandas ska son muchos y estos eran 8, ertan amantes del ska tradicional, con mucho sabor jamaiquino pero mezclados con otros estilos más americanos pero también de raices antiguas, como el rock de los 50s y el swing. Todo eso está en este Music To Bowl By, que suena lindo y divertido, pero como le pasa al 99% de las bandas ska, nunca alcanza a capturar la energía de sus shows en vivo.

Anastasia Screamed – Moontime

En la misma escena que Boston de los Lemonheads, Dinosaur Jr. y los Pixies, estaban los de Anastasia Screamed, un grupo de la misma ciudad pero que hacía algo también cercano a Hüsker Dü y a Led Zeppelin y el hardrock, además de las influencias que tuvieron dentro de la misma escena. Los Anastasia Screamed se ganaron su propia audiencia en las radios universitarias del norte del país y se fueron bastante de gira en esos primeros años de la década del 90 pero una pena que se separaran al año de sacar el segundo disco, Moontime, de 1991.

Fobia – Mundo Feliz

En noviembre de 1991 se edita el segundo disco de la banda de ciudad de México, Fobia. El grupo había tenido relativo éxito en el circuito rockero con su primer álbum, pero esta vez querían probar algo menos oscuro. Ya tenían mucho sentido del humor, pero a veces opacado por sus ritmos y densidad, así que en Mundo Feliz, como queda claro por el nombre, buscaron un enfoque más relajado y alegre. Y les resultó perfecto, porque multiplicaron su público joven, sus videos consiguieron mucha rotación en MTV y hasta se dieron el lujo de salir de gira con algunos de los pesos pesados del rock mexicano del momento: Caifanes, Maldita Vecindad y Mana. La gira tuvo el imaginativo nombre de Rock De Los 90s, y efectivamente iba a marcar la tendencia de la década.

The Times – Life

The Times es uno de los proyectos paralelos de Ed Ball, co-fundador del mítico grupo de post-punk Television Personalities y, al igual que ellos, su estilo es una locura lo-fi, psicodélica, anti-progresiva y medio crossover. Ball es oriundo de Chelsea, el barrio de los anticuarios y la moda chic, es el barrio de los Sex Pistols también y del Sex ‘n’ Drugs de Malcolm McLaren a finales de los 70.

Y, sin embargo, al día de hoy pasa casi desapercibido en la historia del rock, aunque su carrera artística fue tan prolífica como incomprendida. Alan McGee, cabeza de Creation Records, decía que Ed Ball era uno de sus artistas favoritos y que “Pure”, disco de 1991, es el único disco verdaderamente psicodélico de los 90. Para él, la prensa no entendió muy bien el concepto de “revival” y se quedó con eso de que copiaban canciones de otra época o que eran una banda tributo. Pero no, las canciones de The Times tienen una impronta muy personal y todo tiene que ver con la psique de Ball, como dice el título de otro disco que sacó como Teenage Filmstars, Ed sabía lo que quería: “comprá nuestros discos, apoyá nuestra locura”.

The Cramps – Look Mom, No Head

La banda The Cramps siempre caminó por una linea muy finita. Porque su humor grotesco, vulgar y muchos dirían de mal gusto, siempre fue un poquito irónico, sabiendo que lo decían para provocar. Pero a veces se les fue la mano, como en su quinto disco de estudio, Look Mom, No Head, editado en noviembre del 91. Acá ya entran en una vulgaridad demencial, que ojo, no deja de ser muy graciosa. Y todo con ese estilo tan americano de los Cramps, ese rockabilly primal pasado por guitarras sesenteras y un amor incondicional por las películas vintage de monstruos. Son la mayor condensación de norteamérica posible, así que lógicamente se iban a pasar de grasas en algún momento.

Unsane – Unsane

Entrar en el mundo de Unsane, la banda neoyorkina de noisecore, es mirar cara a cara a la demencia, un mundo perfectamente diseñado de ruido cerebral por Chris Spencer, guitarrista, cantante e iniciador de este grupo junto a dos amigos de la escuela. Y ellos, unos adolescentes recién, venían de una escena medio metal y medio hardcore y casi sin darse cuenta, fueron los artífices de este nuevo estilo crossover denominado noisecore. En 1991 lanzaron su disco debut, titulado también “Unsane” y tal fue el éxito que consiguieron, que al toque de editarlo se fueron de gira con toda la intensidad. Lo malo de toda esta experiencia fue la muerte de Ondras, el batero de la banda, por una sobredosis en 1992.

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