
En el episodio 98 de TDK 90s seguimos escuchando los discos editados en marzo de 1992. Suena No Doubt con un disco que casi les descarrila su carrera, los Jesus And Mary Chain asesinando a Honey y una de las colaboraciones más ricas de los 90s argentinos, Gustavo Cerati junto a Daniel Melero. También escuchamos discos de Unrest, Snap!, Ian McCulluch, los Skankin Pickle y Pale Saints.
No Doubt – No Doubt

Cuando surgieron los No Doubt, el panorama musical estaba organizado en torno a la música grunge y todo era bastante oscuro, irascible o depresivo. Claro, ellos traían una propuesta muy distinta, upbeat y de raíces ska. Ese fue el principal motivo por el que el lanzamiento de su disco debut no terminó siendo un éxito. Venían de laburar de manera independiente y el sello Interscope apostó por ellos a través de la edición de este disco. Cuestión que solo vendieron unas 30 mil copias (poquito para las cifras del momento) y entonces Interscope los dejó un poco en banda. Ellos editaron de forma independiente el sencillo “Trapped in a Box” y el siguiente material titulado The Beacon Street Collection. Ahí fue cuando Interscope se arrepintió de la decisión tomada y los recontrató para editar el disco más genial de todos, el Tragic Kingdom de 1995.
Por suerte, el éxito de ese tercer disco consiguió que los fans de la banda se interesaran por los dos anteriores y las ventas volvieron a subir. Lo cierto es que más allá del esfuerzo a pulmón de toda la banda, la presencia escénica de Gwen Stefani hizo lo suyo. No por nada es una de las divas pop de los 90.
The Jesus And Mary Chain – Honey’s Dead

Si hay algo que caracteriza a los Jesus and Mary Chain, además de ser un poco los padres de muchas bandas shoegaze, es la fluidez y flexibilidad de su line up. En toda su carrera fueron cambiando una y otra vez de baterista, bajista, guitarrista y la única constante, podemos decir, es la presencia de los hermanos Reid. Eso y que mucho no los querían en los lugares de concierto al principio de todo porque tocaban de espaldas al público y destrozaban los equipos.
En el año 92, publicaron su cuarto disco de estudio titulado Honey’s Dead, un trabajo grabado en el estudio de la banda en Londres, conocido como The Drugstore, y que llegó precedido por la polémica de su primer sencillo, “Reverence”. Prohibiciones y censuras en las radios norteamericanas porque parte de la letra decía “quiero morir como Jesús, quiero morir como JFK”. Nada que ver con el segundo single, mucho más ameno y endulzado que fue “Far gone and out”.
Cerati y Melero – Colores Santos

La relación entre Gustavo Cerati y Daniel Melero fue una de amistad y química musical. Se admiraban desde hacía años y cuando pudieron colaborar, aprovecharon cada oportunidad que tuvieron para hacerlo. El primer antecedente fue cuando Federico Moura produjo el disco debut de Soda Stereo y les propuso que incluyan un cover de Tratame Suavemente, una canción que había compuesto Melero años antes. Y de ahí en más las colaboraciones fueron una costumbre, con Melero participando del Canción Animal de Soda Stereo y Cerati involucrado en el Cámara de Daniel Melero.
Y en 1992 graban juntos un disco completo, Colores Santos. Lo que tenían en mente era hacer una versión argentina de la movida inglesa que encabezaba en ese momento los Primal Scream con su disco Screamadelica pero también el sonido más ruidoso con mil capas de guitarras de My Bloody Valentine. Y les salió un disco que aun con esa referencias claras, es es muy original y personal, y tuvo algunas canciones que son clásicos hasta el día de hoy.
Unrest – FFRR

Sabemos un poquito más de la movida hardcore punk de Washington que de la escena indie experimental. O al menos yo, no sé. Pero hay ejemplos de ello y uno es el trío Unrest, una agrupación formada por Mark Robinson, responsable también del sello TeenBeat del D.C. por Philip Krauth en batería y Bridget Cross en el bajo. Su estilo es un pop avant-garde, incluso empezaron haciendo experimentación plena de sonido, casi sin estructura. Parece ser que fue la bajista, Bridget, la que puso un poco de orden en ese caos experimental y terminó de definir la dirección que tomaría la banda en cuanto al sonido.
Editaron dos discos a través del reconocido sello indie 4AD y uno es este de 1992, el Imperial f.f.r.r.
Snap! – Madman’s Return

1992 seguía siendo un año en el que se seguían vendiendo los simples al mismo nivel que los álbumes. Y en algunos casos, en particular dentro de la escena bailable, los simples dominaban por completo el consumo musical. En ese contexto la banda Snap! Edita su segundo disco, Madman’s Return, y para que el disco traccione, necesitaban un gran simple, y lo tuvieron en Rhythm Is A Dancer. El hit, que pego fuerte hasta en Latinoamérica y era un clásico de los boliches de la época, fue especialmente popular en Europa, donde llegó al puesto número 1 en varios países, incluidos Alemania, Francia, Italia y hasta el Reino Unido.
Snap! más que una banda era un dúo de productores alemanes, Michael Münzing y Luca Anzilotti, que iban rotando cantantes, raperos y coristas para sus canciones. Y a pesar del poder del simple Rhythm Is A Dancer, el disco no tenía más canciones con potencial de hit y marcó el final de la época de oro de la banda.
Ian McCulloch – Mysterio

En 1989 sucedió una tragedia en la escena post punk británica, Ian McCulloch abandonaba a los Echo And The Bunnymen, descabezando uno de los pilares del movimiento. Y los Echo And The Bunnymen siguieron sin él, y él siguió sin ellos, los dos debilitándose en el camino. Pero en 1992 Ian McCulloch sorprende con su segundo disco solista, Mysterio, en el que parece ya no extrañar a sus antiguos compañeros de banda, o mejor dicho parece haberles encontrado reemplazantes que puedan replicar su música.
En su momento, por la inclusión en el disco de un cover de Leonard Cohen, algunos críticos acusaron a Ian de querer convertirse en el Cohen britanico. Y algo de ese crooning más sofisticado tiene, pero también muestra flashes de ese potencial rock grandioso de los Echo and The Bunnymen que les ganó comparaciones con U2 al inicio de su carrera. Pero Mysterio fue totalmente pasado por alto por el público, que entre el grunge, el shoegaze, la electrónica y el incipiente britpop, estaba suficientemente entretenido como para andar prestando atención a un viejo héroe del post punk.
Skankin’ Pickle – Skankin’ Pickle Fever

Uno de los efectos secundarios beneficiosos del foco en artistas multimillonarios y glamorosos que tienen las grandes discográficas a fines de los 80s, fue el surgimiento de cientos de sellos independientes creados por bandas que se veían obligadas a hacerlo porque ninguna compañía quería editarle sus discos. Y en la zona de San Francisco, así surgió Dill Records, creada por Mike Park, el cantante de los Skankin Pickle. La banda y el sello se convirtieron rápido en líderes de la escena ska, y hacia 1992 ya tenían listo su segundo album, Skankin Pickle Fever.
El amateurismo y el espíritu hazlo tú mismo son las marcas del disco, que fue grabado por solo 2000 dólares. Lo sorprendente es que en Skankin Pickle Fever están algunos de los mejores momentos de la banda, en particular el sonido two-tone de I Missed The Bus, o la divertida Ice Cube, Korea Wants A Word With You, que se paraba del lado asiatico para marcar el doble discurso de los raperos de la época, que eran increíblemente racistas en particular contra la comunidad coreana.
Pale Saints – In Ribbons

Dentro del ranking de los 50 mejores discos de Shoegaze que elaboró el portal Pitchfork se incluye el segundo de los Pale Saints después del “Comfort of Madness”. “In Ribbons”, ese es el nombre, fue editado por el sello 4AD en marzo de 1992 en un momento en el que el género de los que se miraban a los pies, se celebraban a sí mismos o tocaban de espaldas y medio inhibidos, melancólicos o drogados, estaba en todo su esplendor. Sobre todo en Inglaterra. En el “In Ribbons” los Pale Saints lograron mejorar sus canciones y también la forma de ejecución. Eso, claro está, es por la práctica. De tanto tocar, de tanto ensayar, de tanto oficio se hace el monje.