
En el episodio 122 de TDK 90s seguimos escuchando los discos editados en septiembre de 1992. Tenemos a los dos extremos más extremos del año, desde los hippies buena onda de Blind Melon hasta la perversión oscura y machacante de Nine Inch Nails, y todo lo que está en el medio.
Blind Melon – Blind Melon

Imaginen esto. Estás mirando MTV en los 90s… Nirvana, Pearl Jam, Soundgarden, Alice In Chains… oscuro, pesado, todo grunge… y de golpe ves un videoclip que arranca con una nenita vestida de abeja haciendo tap dance, unos tipos se le ríen detrás de cámara y pum arranca la canción. Y aparece un hippie de pelo largo en lo que parece el fondo de pantalla de Windows, sólo que todavía no lo sabías. ¿Qué es esto? ¿Dónde está mi grunge? ¿Por qué suena esto? Che, esto está bueno. Esa fue la experiencia compartida por millones cuando vieron por primera vez el videoclip de No Rain de la banda Blind Melon en sus televisores. La banda era el antídoto para no caer en la depresión ante tanta música oscura que dominaba MTV y las radios.
Y no sabíamos que lo necesitábamos, y realmente no debería haber funcionado semejante canción optimista y alegre en ese contexto, pero lo hizo. Y al principio no funcionó, porque el disco se editó en septiembre de 1992 y a nadie le importó, su primer simple Tones Of Home pasó desapercibido y parecía que era el fin de la historia. Pero casi un año después, en pleno verano yanqui de 1993, un programador de MTV se la jugó poniendo el videoclip de No Rain y desató el furor. El resto del disco, que también se llama Blind Melon, mantiene ese hilo de rock amistoso inspirado en el rock clásico de los 60s. Incluso la banda decidió irse de Los Angeles a Carolina del Norte a grabarlo para sentirse más conectados y no usaron ninguna de las técnicas modernas de grabación, todo se hizo con micrófonos y amplificadores de los 60s.
Happy Mondays – …Yes Please

Los Happy Mondays, creo que todo un poco ya lo sabemos, fue una banda atípica por varios motivos. Se formaron a principios de los 80 y lograron ser uno de los mayores exponentes de la movida Madchester, aquella que le diera la consagración y la quiebra a Factory Records. A la formación tradicional de voz, guitarra, bajo, batería y teclados, le sumaron la figura del bailarín-percusionista, digámoslo así, porque Bez, el sujeto en cuestión, bailaba con unas maracas en la mano. Shaun Ryder, líder de Happy Mondays, contó una vez que Bez era el que lograba la química del grupo y que por eso su presencia era tan necesaria.
Cuestión que los de Manchester la pegaron y muy bien con un primer disco, el Pills ‘n’ Thrills and Bellyaches de 1990 y empezaron a grabar otro más a finales de 1991. La mala situación económica por la que pasaba su discográfica, Factory Records, les hizo prometer que no se excederían con los gastos de grabación y con esta indicación, los mandó a grabar a Barbados, lejos de la heroína, algo que les preocupaba mucho porque Shaun Ryder se había vuelto bastante adicto. El problemón fue que en Barbados la moda era el crack y los Happy Mondays, que siempre estaban a la moda, no pasaron de esta. Como consecuencia de los excesos y de la medicación que le dieron, Ryder perdió la voz y fue incapaz de grabar. Solo quedaron las partes instrumentales del resto del grupo. Bez se rompió 3 veces el brazo y terminaron vendiendo parte de su ropa y el mobiliario del estudio para seguir comprando crack.
Cinco semanas en Barbados fueron suficientes para destruirlo todo. Al regresar, Shaun fue internado en una clínica de rehabilitación y como pudieron terminaron de grabar lo que faltaba. El álbum salió el 22 de septiembre de 1992 pero la recepción no fue la esperada. La revista Melody Maker dijo que “Yes Please!” merecía un “No thanks”.
Nine Inch Nails – Broken

Nine Inch Nails fue una de las bandas más icónicas de los 90s con muy pocos discos editados. Hay algo en su imagen y sonido que sólo puede ser explicado en esa década de la oscuridad, de la hiperagresividad, de los mensajes ambiguos y la ruptura de todo código social. La banda de Trent Reznor venía de un disco debut a fines de los 80s que había mostrado que se podía mezclar la música de sintetizadores de Erasure o Pet Shop Boys, con una violencia en los beats y en la voz que te descoloque y asuste. Pero para los 90s se guardaban lo mejor. En septiembre del 92 editan su EP Broken que hizo saltar las alarmas, acá estaba pasando algo más turbio con la música. Fuera el sonido synth pop y adentro uno mucho más industrial, con ritmos cambiantes, y momentos de pura intensidad. Este era el germen del sonido que iba a definir a los Nine Inch Nails y que generaría una armada de clones, imitadores y colegas.
Pero para llegar al lanzamiento tuvieron un gran problema. Su compañía discográfica, TVT Records, quería que graben un disco en la misma onda que el anterior. Es synth pop o nada, les dijeron. Y Trent Reznor no quería saber nada, esa era una etapa de exploración y los nuevos Nine Inch Nails necesitaban ser mucho más amenazantes. En medio de la pelea comienzan a grabar este EP junto al productor Flood en el más absoluto secreto, porque si su sello se enteraba, les podían confiscar las grabaciones y editarlas como se les ocurra. Mientras, otro sello, Interscope Records negociaba la compra de la banda, casi sin el consentimiento de la banda. Es un exagerado, pero Reznor recuerda haber pensando en ese momento “nos están vendiendo como esclavos”. Por suerte todo salió bien, su nuevo sello los arropó y le permitió mantener el 100% del control creativo, y nació un clásico.
Failure – Comfort

Comfort es el disco debut de la banda alternativa americana Failure. En 1992 cerraron contrato con el sello Slash Records, una discográfica independiente de Los Angeles subsidiaria de Warner Brothers, y se fueron a Minnesota a grabar este disco con el prestigioso productor Steve Albini en el Pachyderm Studio. Después de la salida de Comfort, los de Failure salieron de gira con otra banda conocida de aquel entonces, los afamados Tool. Y la combinación de talentos funcionó muy bien en los escenarios aunque los miembros de la banda no quedaron del todo conformes con el estilo drum mix y noisy de Albini.
The Rembrandts – Untitled

Los Rembrandts fueron, son y van a ser conocidos por toda la eternidad como la banda de la canción de la serie Friends. Pero por suerte para sus perspectivas, este dúo americano había tenido que remarla bastante antes de llegar a ese éxito. En 1992 estaban editando su segundo disco, llamado Untitled (Sin Título) que pasó completamente por debajo del radar de la prensa y el público. Los Rembrandts hacían un pop de guitarras que caminaba constantemente entre el mainstream y los circuitos de radios universitarias. Accesible, inofensivo, inconfundiblemente blanco… por algo los eligieron para el theme song de Friends.
Lunachicks – Binge And Purge

Pobres las Lunachicks. Recién estaban en su segundo disco, Binge And Purge, tratando de ganarse un nombre en la escena punk y un crítico musical las masacra escribiendo “son más Poison que punk rock”. Una de las peores ofensas que se le podían hacer a un punky de los 90s, compararlos con los reyes del hair metal, que encima estaban ya caídos en absoluta desgracia. Pero no hay que hacerle caso, el disco está lleno de valor, primero porque genuinamente era un disco punk con agallas de unas chicas que no se achicaban. Y segundo porque es prácticamente un disco conceptual que habla con mucha ironía sobre las concepciones sociales sobre el cuerpo femenino. En aquel momento las cosas se decían con una mirada torcida, un comentario ácido y una trompada en la nariz… y estas pibas hacían las tres cosas a la perfección.
Pizzicato Five – Sweet Pizzicato Five

La industria musical japonesa en los 90 daba paso al pop sintético y el dance, el hip hop con Seiko Ito y Kan Takagi, el R&B de Toshinobu Kubota y el J-Rock con Gackt. Pero también se desarrolló un estilo muy particular, el shibuya, de la mano de Pizzicato Five, Scha Dara Parr y Flipper’s guitar. En general, podríamos decir que estos grupos se nutrían de varios estilos como el yê yê francés, la bossa nova y el lounge y que eran como el costado más pop y comercial de la música.
En el año 1992 los de Pizzicato Five sacaron su sexto álbum de estudio titulado Sweet Pizzicato Five, a través de Nippon Columbia. El álbum marca un cimbronazo en el estilo de la banda, hacia una onda más house, una colección de grooves que la convirtieron a Nomiya Maki en una diva disco. Por suerte, les fue muy bien.
Meat Beat Manifesto – Satyricon

Dentro de una esfera de grupos que jugaban con la electrónica pero nunca se volcaron del todo a las pistas de baile, Inglaterra estuvo siempre a la vanguardia y los Meat Beat Manifesto son su máxima expresión. En su cuarto disco, Satyricon, además mostraban el camino para muchos artistas en la mixtura con elementos del hip hop y el uso de aceleraciones, algo que años después iba a tomar el movimiento Big Beat como su marca de estilo. Y si es por anticiparse, también podemos decir que acá están las bases de otros géneros electrónicos británicos como el trip hop y el jungle.
Y cómo no quererlos si usan casi todos sus samples vocales de la película Dark Star de 1974 del legendario John Carpenter, algo que obviamente les da un empuje oscuro a sus climas. Y nadie sabía cómo clasificarlos. Ya no tenían más en la superficie sus influencias de la música industrial, sus ritmos eran demasiado locos para ser synth pop, sus beats hiphoperos desorientaban aún más y todo parecía ser una gran conspiración rockera. Y encima sus letras eran más políticas que nunca.